DOMA RACIONAL EQUINA

No encuentro una manera diferente de enseñar la tecnica, sino es viviendola de primera mano y viendo y sintiendo como dia a dia el potro va cambiando hasta llegar a ser el caballo de silla que estamos preparando, un potro necesita en promedio 60 horas de trabajo para llegar a un punto optimo y aceptable en cuanto a su docilidad, rienda y mansedumbre, las domas de fin de semana o de un par de dias solo logran la mansedumbre del ejemplar pero nunca se podra decir que en tan poco tiempo el caballo queda completamente domado ni mucho menos con una rienda aceptable. De igual forma no se como lograr pasar toda la informacion que se requiere para aprender a domar en un par de dias, cuando estudiar la tecnica y aplicarla requiere de TIEMPO.

Cuando digo que el minimo de tiempo para realizar el curso es de veinte días, es por que en este periodo de tiempo el ser humano puede entender y aprender a utilizar la tecnica de Doma Racional Equina, pero como aqui se busca que el ejemplar o ejemplares queden bien domados, es en esos diez dias extras donde se pulen algunos aspectos de rienda que en tan solo veinte días no se llegan a alcanzar y que son mejorados con el trabajo montado.

Piense en el costo beneficio, uno, dos o mas caballos domados en caso de que yo muestre en uno a manera de "tablero" los ejercicios del dia (la doma de este potro o potros tendria un costo adicional) y usted dome los otros con las indicaciones que se le den, ademas de que estaría aprendiendo la técnica para ser usted mismo quien continúe domando sus animales o los de sus amigos y conocidos.

La metodología del curso es más práctica que teórica y se desarrolla sobre el aprendizaje que tiene cada uno de los alumnos junto con el progreso que tiene el potro que esta domando, con una principal motivación, la práctica de la Doma Racional Equina, fundamentalmente se aprende y se enseña en este curso, montado sobre el potro.

La realidad dice que se aprende mas con la práctica que con la teoría y en ese rumbo estaremos dirigidos. Con un mínimo de riesgos que no son más que los riesgos propios de montar a caballo.

Se espera lograr entonces que los domadores entreguen caballos que sean ante todo mansos, que se dejen agarrar fácilmente, que estén quietos y tranquilos mientras están siendo ensillados, que permitan al jinete subir tranquilamente sin que comiencen a andar tan pronto sienten el pie en el estribo, que comiencen ya sea a caminar trotar o galopar a la orden de la voz o el impulso proferido por el jinete y no cuando se les antoje, que sean suaves en el manejo de las riendas y que entiendan del mismo modo cuando es el caso, el manejo con las piernas, que sean armoniosos y reunidos en su andar. A la vez que sean caballos tranquilos sin los vicios y resabios de los que comúnmente nos podemos encontrar.